La respuesta corta es "sí, a los roedores les encanta el queso".
La respuesta larga es más compleja porque a los roedores les gusta el olor y el sabor del queso, pero no el de todos, además hay que tener en cuenta tres factores muy importantes:
Muchas personas han crecido viendo películas y dibujos animados en los que los ratones aman el queso y por eso creen que a los roedores les gusta el queso y que se vuelven locos por comer un poco y, debido a esta creencia, les dan queso para comer. ¿Hacen bien o están perjudicando a los roedores?
El queso tiene varias características que pueden atraer a los roedores, y estas características se deben principalmente a su aroma y sabor. Entre las características por las que a los ratones les gusta el queso, las más notables son:
Es importante tener en cuenta que, aunque el queso puede ser atractivo para los roedores debido a estas características, no significa que sea una elección adecuada o saludable para su dieta. La dieta de los roedores debe estar compuesta por alimentos específicamente diseñados para sus necesidades nutricionales, ya que ofrecerles queso en exceso podría provocar problemas de salud y desequilibrios en su dieta.
Los roedores adultos de todos los tamaños, como ratones, hámsters, cobayas, chinchillas etcétera, no están genéticamente adaptados para digerir y procesar los lácteos, incluido el queso, porque no producen la enzima lactasa. A pesar de lo que se muestra en las películas y caricaturas, dar queso a los roedores no es recomendable. Los lácteos contienen lactosa, un azúcar presente en la leche, que los mamíferos adultos tenemos dificultades para digerir una vez que dejan de amamantar. La falta de la enzima lactasa necesaria para descomponer la lactosa puede provocar problemas gastrointestinales, como diarrea, malestar y gases. Es decir, intolerancia a la lactosa.
Además, el queso suele ser alto en grasa, sal y contenido calórico, lo que puede causar obesidad y problemas de salud en los roedores. La elevada cantidad de grasa saturada en el queso puede contribuir al aumento de los niveles de colesterol, lo que puede ser perjudicial para su sistema cardiovascular. En lugar de queso, es mejor proporcionar a los roedores una dieta equilibrada y específicamente formulada para sus necesidades nutricionales, lo que contribuirá a su bienestar general y a una vida saludable.
Por un lado, los roedores son animales de tamaño muy pequeño. Las cobayas y chinchillas son un poco más grandes que otros roedores como los ratones, hámsters o jerbos pero, aún así, siguen siendo animales pequeños.
Por otro lado, el queso tiene mucha grasa saturada, que es la que aumenta el colesterol y tapona las arterias. Dependiendo del tipo del queso, el contenido en grasa va desde el 15% en los quesos frescos hasta el 45% en los quesos curados.
Según la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) en España, la cantidad de grasa en el queso se calcula a partir del extracto seco (el queso deshidratado) y, según la cantidad de grasa, el queso se clasifica en desnatado, semidesnatado, semigraso, graso o extragraso. Todo esto se puede comprar en cualquier supermercado y es lo que se le da a los roedores. Fuente OCU: Por fin comprenderás cuánta grasa lleva un queso, 11 enero 2016.
Como para cualquier ser vivo, comer demasiada grasa es malo para salud porque aumenta el colesterol que obstruye las arterias y dificulta la circulación de la sangre, aumentando el riesgo de sufrir un infarto. Para unos animales tan pequeños, tanta cantidad de grasa es mucho colesterol con su respectivo riesgo de infarto.
El queso, además de su contenido en grasa y lactosa, suele tener un alto contenido de sal, lo cual lo convierte en un alimento inapropiado para los roedores. Los roedores son mucho más sensibles a los niveles de sal en su dieta en comparación con los humanos u otros animales. El sistema renal de los roedores no está diseñado para manejar grandes cantidades de sal, lo que puede llevar a una serie de problemas de salud graves.
Un consumo excesivo de sal puede desencadenar desequilibrios en los electrolitos del cuerpo de los roedores, lo que afecta directamente a su corazón y riñones. La alta concentración de sodio puede llevar a la deshidratación, aumentando la necesidad de agua y poniendo una carga adicional en sus riñones.
Los roedores son mamíferos y, como todos los mamíferos, pierden la enzima lactasa cuando dejan de mamar leche de su madre.
Mucha gente no lo sabe, pero todos los mamíferos somos intolerantes a la lactosa cuando somos adultos y los roedores no son una excepción. Los mamíferos necesitamos la leche materna en nuestros primeros meses o años de vida y, una vez introducimos alimentos sólidos, ya no es tan necesaria y acabamos perdiendo la enzima lactasa, que nos permite digerir la lactosa de la leche. Sin lactasa, somos intolerantes a la lactosa. Las personas intolerantes a la lactosa no son personas alérgicas sino que, simplemente, no tienen lactasa, que es lo normal según las leyes de la naturaleza.
En el caso de los roedores ocurre lo mismo. Como todos los mamíferos adultos, no producen la enzima lactasa por lo que los lácteos les sientan mal, provocándoles malestar general, dolores de tripa, gases e incluso vómitos. Puede haber algunas excepciones de individuos que siguen produciendo lactasa toda su vida y pueden comer lácteos y queso de vez en cuando, no con frecuencia por lo dicho anteriormente sobre la grasa y el colesterol.
¿Los ratones deben comer queso? ¿Los hámsters pueden comer queso?
En principio, habría que decir que no. Ni los ratones, ni los hámster comen queso ni ningún otro roedor. Pero si de verdad quieres darles queso, puedes probar para ver si su cuerpo lo tolera o le sienta mal, para saber si puedes seguir dándoselo más veces o dejar de dárselo por completo. Eso sí, dale muy poco para evitar problemas de colesterol y de riñones.
Elige la mejor opción pero siempre pensando en la salud de tu roedor y teniendo en cuenta su tamaño, cantidad de colesterol que le puedes dar y posible intolerancia a la lactosa.
Las comidas que más les gustan, como las golosinas, no siempre son las mejores para la salud, y eso hay que tenerlo en cuenta para mantener la salud, evitar enfermedades y compartir más años con nuestros roedores.
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